Tres jueves hay en el año
que alumbran más que el sol
Jueves Santo, Corpus Christi
y el Jueves de la Ascensión
Hoy, debido a los cambios sociales tenemos que sustituir la palabra jueves por día, quedando el significado de la fiesta totalmente salvado. Curiosamente este recurso lingüístico-la retahíla- nos permiten mantener en la memoria colectiva, la importancia de la celebración pasándola a generaciones sucesivas.Pero ¿qué recordamos con tanto brillo que sobrepasa al del sol?
La Última Cena de Jesuscristo con sus discípulos en la que les anuncia los sufrimientos de su Pasión y Muerte e instituye la Eucaristía.
Este misterioso prodigio de la transubstanciación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor,
es un prodigio de Amor .De ahí que llamemos a la Eucaristía Santísimo Sacramento.
Pero antes de cenar, Jesús, el Maestro como lo llamaban los Discípulos, les lavó los pies. Hoy recordamos las enseñanzas de Jesús:Amor con Humildad, Amor con Justicia, Amor con Entrega.
Muchos son los artistas que con su arte nos transportan a este momento, destacando Leonardo Da Vince que en su mural en Santa María de Grazie (Milán) plasmó esta Santa Cena que los entendidos resaltan la impresión que causan las palabras del Señor, reflejada en sus caras.Por algo tiene fama mundíal.
Ahí pongo un Tintoretto
También en nuestros tiempos se recuerda este momento como podemos ver en una escultura tallada en 2.014 que se encuentra en Tailandia en la iglesia católica de San José
En este 2.020, en que nadie recuerda un Jueves Santo metidos en casa, les invito a pedir por los que están haciendo realidad el mensaje de Cristo: Amor con entrega.
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