miércoles, 24 de abril de 2024

La Jirafa

Oír la palabra jirafas (así en plural) es pensar automáticamente en África  y es que son unos mamíferos extraordinarios y forman parte no sólo del paisaje de este continente sino también del Patrimonio natural y me atrevo a decir que del mundo entero. Sí, son únicos.
Su nombre científico en latín es "Giraffa camelopardalis" será que los romanos la consideraban una mezcla de camello y leopardo. 


Es un mamífero herbívoro, rumiante, que vive en la sabana en bosques abiertos y en pastizales. Tiene piel amarilla con manchas oscuras propias de cada individuo y su lengua de 45 ó 50 cm de largo es muy flexible y prensil y representa el instrumento necesario para su alimentación pues con ella no sólo cortan la vegetación sino que, evita las espinas. Sus patas traseras son más cortas que las delanteras asi que, su cuerpo es más bajo por detrás.
Llegan alcanzar 1600 kg los machos y 550 kg las hembras y tienen una larga gestación de 15 meses; las crías, al nacer, ya saben caminar y pueden tener un peso de 100 kg. Las hembras suelen formar grupos con sus crías de hasta 10 ejemplares; los machos adultos, son más solitarios. 
Se les ve siempre como mirando...¿a dónde miran? Parece que al horizonte y es que, siendo animales pacíficos tienen bastantes depredadores de los que escapan corriendo llegando su zancada  a 4m pero, aunque su velocidad es grande, no resisten en tiempo.
Dos curiosidades encontramos en la vida de esto animales. La primera es que, beben poco por que obtienen de las plantas la hidratación suficiente pero, si viven en lugar seco,
 necesitarán tomar agua y lo                                                                        
 harán con dificultad pues aun cuando sus patas                                                                                        delanteras midan 2m y su cuello sea, largo y esbelto,                                                                      al doblarlo no alcanza el suelo.
 ¡Qué problema!                                                                                       
 Curiosamente salvará esa circunstancia, abriendo                                                                                     exageradamente sus patas delanteras para así,                                                                                       poder beber y saciar su sed. 
La segunda la tenemos viendo que estos animales
duermen poco. Los estudiosos dicen que un promedio de 4 horas y media y lo hacen en períodos
cortos Y ahí está la curiosidad:¡no se acuestan! La postura que adoptan para su descanso consiste en doblar las patas  y luego giran el cuello hacia atrás hasta apoyar la cabeza sobre la cadera.
¡Parece increíble, inexplicable!


¿Y qué aportan las jirafas? Sabemos que por su diversidad genética, hacen que los cultivos tengan más resistencia a las enfermedades y aguanten más las sequias, sean pues, más sanos. Esto se resume diciendo que contribuyen a la seguridad alimentaria.
Pero ¡qué pena! Desde el 2016 la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) comunicó que, estos preciosos animales, entraran en la lista de "peligro de extinción". Varias son las causas de la disminución de su número entre ellas podemos señalar: el cambio climático que potencia sequías e incendios; cazadores furtivos y el desarrollo urbano que en algunos casos no tiene en cuenta "el habitat" de las jirafas.
Una educación ambiental responsable que haga crecer la sensibilidad e importancia de esta especie y que el turismo se distribuya en zonas vigiladas, ayudará en gran medida a paliar este daño que puede suponer una gran pérdida para la biodiversidad y el equilibrio ecológico del planeta.
La jirafa con sus 5m de altura está considerado como el animal terrestre más alto del mundo.
¡Verdad que son únicas e irremplazables!

Si se salvaron del Diluvio Universal, nos toca a nosotros salvarlas ahora.
¡Cuidemos la Naturaleza! ¡Protejamos las jirafas!