El olfato es uno de nuestros sentidos y como tal, transmite al cerebro información. Este percibe los olores agradables o desagradables, finos, fuertes, suaves...
Las plantas como el romero, la menta, el orégano, etc. impregnan de aroma las manos que las acarician. Otras exhalan tanto que se percibe de lejos como los naranjos en flor ( azahar).Pero las hay que tienen un significado añadido al ser utilizadas en determinados momentos o circunstancias. Me viene a la mente la expresión de una prima-hermana muy querida -Carmiña- que, cuando llega la Navidad recuerda su niñez y el olor que en su casa había a compota de manzana con canela en rama que hacía su madre. Y es que los olores también los asociamos al buen paladar, al campo, a la mar,..
Cuando las adivinanzas constituían una diversión en las tardes de invierno que se juntaba la familia en casa de los abuelos,( reuniones que servían de intercambio generacional) me propusieron una que quiero escribir aquí ya que, tiene relación con el tema. Dice así:
Cualesquiera que me viera entre cadenas metido,
creerá que contra la Iglesia, algún mal he cometido.
Y no he cometido daño, ni en obra ni en pensamiento,
y estoy por decreto humano, condenado a fuego eterno
Suélenme sacar al aire, y es para mí, gran tormento
pues el fuego en que me abraso, crece con el movimiento.
Hay un olor que identifica las celebraciones litúrgicas. Es el que se obtiene con unos granos que proporciona el árbol Boswellia que crece en África del Norte, Oriente Medio, China o Abisinia, con pequeñas diferencias según zona. Lo mejor de todo esto es que para su recolección no hay que talar los árboles. Una incisión el la corteza del tronco hace brotar un jugo como leche que se solidifica al contacto del aire convirtiéndose en granos de color amarillento. Al contacto del fuego, se derriten exhalando un exquisito perfume.
Este preciado y caro producto lo encontramos como botín de guerra en tiempos de Alejandro Magno ( 356 -325 a.C.) pero ya en el Éxodo, Levítico o en los Salmos ( 141,2) hablan de él y lo mismo sucede en el A. T. cuando describe la visita de los Magos al Niño-Dios o en Juan, Apocalipsis ( 8,3-5).Para quemarlo dentro de las Iglesias se utiliza un instrumento litúrgico llamado incensario. Tiene este forma de copa con tapa perforada para que salga el humo unida al anterior por unas largas cadenas que permiten levantar y cerrar dicha tapa.
Uno de los incensarios más curiosos del mundo lo encontramos en la Catedral de Santiago de Compostela. Es el BOTAFUMEIRO nombre dicho en Gallego, lengua propia de esta hermosa región española. Sus dimensiones son extraordinarias:
54Kgrs de peso ( vacío) y 160 cm. de alto.
Pero no solo llama la atención sus enormes dimensiones sino el balanceo que da por todo el crucero haciendo un arco de 65 m.al mismo tiempo que se eleva hasta los 21m. y llegando a alcanzar una velocidad de 70Km/h dejando una estela incensada de norte a sur y viceversa. Estudiosos como López Ferreiro, Antonio Neira Mosquera o Julio Vázquez Castro nos hablan con precisión y detalladamente, interpretando la nota del Códice Calixtino que sitúa ya alrededor del año 1.400 este monumental aparato volador con brillantez plateada que, deja boquiabiertos a cuantos por primera vez contemplan su funcionamiento llenando de esencia "cuasidivina" la estancia catedralicia.

Es año Santo Jacobeo cuando la festividad del Apóstol cae en domingo. Durante el año santo, el BOTAFUMEIRO lanza su exquisito perfume de adoración en todas las Misas llamadas " del peregrino".
Repasando pues la historia vemos que ya en el siglo XI se contaba con un incensario;que fue el rey francés Luís XI quien regaló en el siglo XVI uno extraordinario de plata que curiosamente robaron los franceses en la Guerra de la Independencia; que hoy la Catedral guarda el de plata regalo de los Alféreces Provisionales en el año 1971 y que el BOTAFUMEIRO fabricado por Losada en 1851 , descrito anteriormente, es como un emblema de esta hermosa y muy visitada Catedral.
No puedo terminar sin aclarar que los cristianos consideramos el uso del BOTAFUMEIRO una ofrenda a DIOS pues el olor del incienso forma parte de la alabanza. No es pues un espectáculo aunque resulte espectacular el verlo.
(Respuesta a la adivinanza: En incienso dentro del incensario o BOTAFUMEIRO)
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario