Es esta una receta muy sencilla.
Necesitamos:
- Cuatrocientos gr. ( 400) de harina de trigo.
- 3 huevos ( sólo yemas )
- Anís ( un chorrito)
- Un taquito de 25 gr. de levadura ( o equivalente )
- Sal ( una pizca )
- Agua caliente
- Aceite oliva 0,4 acidez
- Azúcar blanco ( puede ser moreno fino)
Usaremos:
- Un cuenco
- Una sartén
- Un tenedor largo
- Una fuente o plato grande
- Un rodillo
- Un cuchillo de punta
- Un cernidor ( si la harina tiene grumos)
- Jarra para agua y
- Azucarera ( con cucharilla si ella no vierte directamente)
- Un paño
Ponemos la harina en el cuenco ( reservamos una poquita ), hacemos un hueco en medio y echamos las 3 yemas, chorrito de anís, levadura desmenuzada, espolvoreamos de sal y añadimos agua y comenzamos a amasar durante 10 min. aproximadamente. Le damos la vuelta a la masa de forma que quede la parte lisa hacia arriba y con la punta de un cuchillo, trazamos en el centro de la masa una cruz de poca profundidad y tapamos con un paño. Ahora toca esperar algo más de media hora. Destapamos y veremos que la cruz que hicimos en la masa, abrió y ésta creció aproximadamente lo doble. Ya está preparada para extender con el rodillo. Echamos harina ( la reservada antes) en la superficie para que no se pegue y una vez estirada cortamos la masa de la forma y tamaño que nos guste: cuadrados iguales, rectángulos, triángulos, todos ellos grandes o pequeños, etc.
Ahora ponemos al fuego una sartén con aceite abundante y cuando esté caliente ya podemos empezar a freír las bollas.
Hay que hacerlo echando " de una en una " en la sartén, sacudiendo la harina ( la tendrá de haberla estirado sobre ella)cogiéndolas con los dedos de las dos manos que potencian otro pequeño estiramiento. Si empleamos una sartén grande, pueden echarse tantas como quepan procurando que no se toquen. En un santiamén, crecen y se doran. Démosle la vuelta con un tenedor largo que también nos servirá para sacarlas " de una en una" levantándolas para que escurran un poquitín encima de la sartén. Las vamos colocando en la fuente donde le echaremos azúcar antes de que enfríen ( esto es importantísimo) para que, forme parte de la bolla ( no se echó azúcar en su elaboración)
La curiosidad de que no lleven mantequilla es que, al ser fritas, absorberán una cantidad pequeña de aceite que, siendo de oliva, representa un aporte gastronómico muy sano.
Sirven de postre pero también pueden acompañar chocolate o café.
¡Buen provecho!.
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