lunes, 8 de febrero de 2016

Bollas de Carnaval

Es esta una receta muy sencilla.
Necesitamos:
     - Cuatrocientos  gr.  ( 400) de harina de trigo.
     - 3 huevos ( sólo yemas )
     - Anís ( un chorrito)
     - Un taquito de 25 gr. de levadura  ( o equivalente )
     - Sal ( una pizca )
     - Agua caliente
     - Aceite oliva 0,4 acidez
     - Azúcar  blanco ( puede ser moreno fino)
Usaremos:
     - Un cuenco
     - Una sartén
     - Un tenedor largo
     - Una fuente o plato grande
     - Un rodillo
     - Un cuchillo de punta
     - Un cernidor ( si la harina tiene grumos)
     - Jarra para agua y
     - Azucarera ( con cucharilla si ella no vierte directamente)
     - Un paño

     Ponemos la harina en el cuenco ( reservamos una poquita ), hacemos un hueco en medio y echamos las  3 yemas, chorrito de anís, levadura desmenuzada, espolvoreamos de sal y añadimos agua  y comenzamos a amasar durante 10 min. aproximadamente. Le damos la vuelta a la masa de forma que quede la parte lisa hacia arriba y con la punta de un cuchillo, trazamos en el centro de la masa una cruz  de poca profundidad y tapamos con un paño. Ahora toca esperar algo más de media hora. Destapamos y veremos que la cruz que hicimos en la masa, abrió y ésta creció  aproximadamente lo  doble. Ya está preparada para extender con el rodillo. Echamos harina ( la reservada antes) en la superficie para que no se pegue y una vez estirada cortamos la masa de la forma y tamaño que nos guste: cuadrados iguales, rectángulos, triángulos, todos ellos grandes o pequeños,  etc.
     Ahora ponemos al fuego una sartén con aceite abundante y cuando esté caliente ya podemos empezar a freír las bollas.
      Hay que hacerlo echando " de una en una " en la sartén,  sacudiendo la harina ( la tendrá de haberla estirado sobre ella)cogiéndolas con los dedos de las dos manos que potencian otro pequeño estiramiento. Si empleamos una sartén grande, pueden echarse tantas como quepan procurando que no se toquen. En un santiamén, crecen y se doran. Démosle la vuelta  con un tenedor largo que también nos servirá para sacarlas " de una  en una" levantándolas para que escurran un  poquitín encima de la sartén. Las vamos colocando en la fuente donde le echaremos azúcar antes de que enfríen ( esto es importantísimo) para que, forme parte de la bolla  ( no se echó azúcar en su elaboración)
     La curiosidad de que no lleven mantequilla es que, al ser fritas, absorberán una cantidad pequeña  de aceite que, siendo de oliva, representa un aporte gastronómico muy sano.

     Sirven de postre pero también pueden acompañar chocolate o café.

     ¡Buen provecho!.

sábado, 6 de febrero de 2016

Deja volar la imaginación

       A veces uno se escapa de la realidad y se mete en un mundo ( feliz) creado por su propia imaginación.Está "soñando despierto". Es bueno evadirse de preocupaciones siempre y cuando esto no sea muy frecuente; descansa la mente. ¡Quién no supuso que...! ¡Si pudiera yo...!
       Otra cosa muy distinta es " estar en Babia" expresión esta que procede al parecer, de la contestación que daban en palacio cuando preguntaban por el rey de León pues éste se tomaba su descanso en la comarca de Babia de dicha provincia. Esto pasó luego al lenguaje común para afear la falta de concentración requerida en momentos importantes.
       Hay que añadir que, curiosamente hoy Babia está declarada Reserva de la Biosfera desde el 2.004 por la UNESCO y lugar de Importancia Comunitaria ( ecosistema protegido).

       Imaginarse....Reflexionar......Yo un día lo hice así:

     Quisiera tener
     ¡Cuántas cosas quisiera tener
     de esas que se tienen sin comprender!

     El poder
     Quisiera tener el poder
     de repartir riquezas,
     trabajo sin asperezas,
     verdades convincentes
     como corrientes
     de ríos claros, transparentes,
     donde bebiera la juventud
     saciando su sed, su inquietud,
     limpiando la suciedad
     que salpica la sociedad,
     de aquellos que critican,
     sin hacer, ni oír, ni ver la verdad.

     Quisiera tener el corazón del niño
     que inocente tiende las manos
     pidiendo cariño,
     cariño que calme su hambre
     de paz abundante.

     Quisiera tener la vara de Moisés
      y abrir duros corazones
      a las emociones
      del gran Dios de Israel,
      de Israel, de África entera, de España
      de América...de la Humanidad.
      Entender a la gente extranjera
      y al vecino, que a veces, no parece conocido
      estando tan cerca en la realidad.

      Quisiera...

Y tú? Querido lector.