Es LUGO esa ciudad (Antigua Capital Histórica de Galicia)de más de 2.000 años -llamada entonces LUCUS AUGUSTI- que conserva en toda su integridad la Muralla Romana, construída en el siglo III d.C., que la circunvalaba; son más de 2 km. que debes recorrer si te acercas a visitarla al mismo tiempo que sientes orgullo al saber que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Un buen asentamiento vieron los romanos para establecerse en la ladera de una colina que tiene a sus pies nada menos que el río más importante de Galicia, "el Miño".Ya habían levantodo un puente y hay un trayecto empedrado, un tanto modificado en la Edad Media, que constituyó el Camino Primitivo de Santiago (gran importancia tiene la Puerta de San Pedro) pues desde aquí-según nos cuenta X.Morán- seguía la senda hasta Fisterra. Damos por supuesto que de ahí viene la identificación del camino de Santiago con el símbolo de una vieira, curioso ¿verdad?
Si vas a Lugo es obligado hacer una visita a la Basílica-Catedral en la que, el Santísimo Sacramento luce expuesto permanentemente y recibe todos los años la ofrenda del Reino de Galicia.¡Todo un privilegio que se viene haciendo desde la Época Medieval! Es por esto que se la conoce como "Ciudad Sacramental" formando parte del Escudo de Galicia. Ostenta también el título de "Muy Noble y Leal".
No puedo pasar por alto las fiestas en las que participan las gentes que viven en la ciudad y las de los pueblos que conforma la provincia.Son en honor de San Froilán (el patrón, junto con la Virgen de los Ojos Grandes).Se celebran en octubre y terminan con el "Domingo das Mozas"¿Que lugués o lucense no fue algún año a estas fiestas?.
Otras muchas cosas hay aquí para poner a Lugo en la lista de ciudades interesantes.Nosotros vamos en ruta, unas fotos delante del ayuntamiento, un paseo por la calle la Reina y...prometemos volver pues los más jóvenes quieren disfrazarse de romanos y participar en la otra fiesta que coincide con el San Juan, la llamada Arde Lucus.
Es muy importante recordar el eslogan:Y para comer...LUGO
Después de recorrer unos cuantos kilómetros, hoy en día por una excelente autopista que discurre a una altura de vértigo, llegamos a Navia de Suarna, pueblecito situado en los Ancares Lucenses lugar importante de compraventa donde acudían los tratantes los días de feria y los comercios abastecían a las gentes de la zona más alta.Sigue habiendo dos ferias mensuales una de las cuales se celebra siempre el 2º domingo de mes.Fama tienen también los embutidos típicos a degustar por Carnavales en la llamada "Festa da Androlla" y en noviembre con la recogida de la castaña, la "Festa do Magosto" Conserva un puente romano (retoque medieval) que se yergue silencioso permitiéndonos ver las dos orillas del río Navia, muy bueno para los amantes de la pesca fluvial. Discurre por tierras lucenses para desembocar en Asturias en la otra Navia. Bonito el paseo con zona ajardinada y parque infantil a la orilla del río.También llama la atención la remodelación de las casitas del centro conservando balcones muy floreados y vemos como la iglesia quedó un tanto arrinconada debido a las nuevas construcciones.Navia de Suarna también ofrece "senderismo" y "rutas a caballo" todo un placer para los amantes de la naturaleza que es bellísima por estas tierras.
Y ya nos queda poco para llegar a nuestro destino, es una de las parroquias de esta municipio:
RIBÓN (Santa Mariña).¡Qué belleza de lugar! Una zona preciosa, en la que se puede apreciar marcadamente los cambios estacionales.Estuve allí por cuestión del trabajo.Era joven y llevé conmigo a mis hijos.¡Lo qué es ser niño! Lo pasaban en grande jugando con la hija de los de casa y con los compañeros de clase a esconderse detrás de las enormes piedras que, como si se tratara de seres vivos, salían de la tierra verticalmente. Otros días nos acercábamos al río.Es un sitio lleno de gente amable, trabajadora, cariñosa y ...podría seguir poniendo muchos calificativos pero me quedo diciendo que son "gente buena, feliz".Estos valles estrechos de la zona pendiente y montañosa, son muy productivos.Allí pudimos saborear desde unas enormes lechugas que llenaban las dos manos hasta riquísimas cerezas y ya no digamos la cantidad de castañas que se recolectaban.Todo un paraíso gastronómico pues tanto los gallos de corral como cerdos o el ganado vacuno son de excelente calidad.Vivimos con una estupenda familia.Abuelos, padres, una niña-Martita- y un hermano que ya era mozo y trabajaba, Manolín.
De pie Edita y Manolín. Sentadas de izq a derch
Martita, Fe (Sra. de la casa) y yo.
Ahora vuelvo acompañada de mi hija, mi yerno y dos nietos, una excursión por esas queridas tierras. Pude volver abrazar aquella gente que nos invitó y esperó con todo cariño.A todos se nos notaban los 37 años que habían pasado: decaimiento de los mayores y, una nueva generación de fuertes mozos que vienen pisando fuerte. Después de un copioso y suculento almuerzo preparado con esmero por Edita, la guapa y dulce nuera de Fe y Manolo -los señores de la casa Lamela- saboreado en la compañía de la familia (faltaba un nieto por estudios) nos encaminamos a ver como estaba la escuela, construída por los vecinos y que, había sido mi lugar de trabajo durante los dos años de estancia por esas latitudes.Se había cerrado después de nuestro traslado.Pocos niños y la llegada de la concentración de escuelas, motivo del cierre.Allá vamos, camino arriba.
Delante de la escuela:Fe, yo, Martita y mi hija Amadora
Estaba por fuera tal cual la habíamos dejado y...cuando entramos...¡Qué sorpresa nos encontramos!Recuerdos tangibles como algún que otro ejercicio-exámen escrito de mi puño y letra pues, no siempre hubo fotocopiadoras.Las dos niñas alumnas de aquel entonces, hoy señoras y madres -me refiero a Marta y mi hija Amadora- estaban encantadas de encontrar, repasar y enseñar a sus respectivos cónyuges y a la generación siguiente lo que en aquellos tiempos y en una zona de difícil acceso, hacíamos en la escuela siempre con entusiasmo, alegría y esa curiosidad de saber como cualquier niño de cualquier otra región.Todo tenía una buena capa de polvo recordándonos que estaban esos papeles dormidos pero conservando el valor de ser testigos del trabajo hecho hacía casi cuatro décadas.
También nos abrieron la pequeña capilla dedicada a la Virgen y que en las tardes de primavera adornábamos con flores que recogíamos en los campos.Le habían arreglado el tejado con recaudación hecha entre los vecinos; esto nos dice la mucha devoción que le tienen.
¡Cúan gratos recuerdos! ¡Cuánta emoción embargó mi corazón! ¡Qué digo, nuestros corazones!Regresamos con una satisfacción muy dificil de medir.Ahora esperamos, como pasa con los buenos amigos, que vengan ellos a visitarnos.¡Dios quiera que así sea!Los esperamos con los brazos abiertos.
¡¡¡Qué excursión tan maravillosa!!!