Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos al tiempo...
Noviembre empieza con Santos y Difuntos y termina con San Andrés.
Tal vez este refrán nos lleve a pensar en una gran realidad:
" La meta de nuestra vida"
Me gustan las personas que piensan en positivo, esas que, con el símil
de la botella, la ven media llena, mientras que los pesimistas la consideran
siempre media vacía.
Cada año recordamos las fiestas patronales del pueblo, el cumpleaños del
amigo, el primer día en el trabajo, etc. etc. Cosas alegres.
Campo-Santo (cementerio) de Ortigueira.
Para llegar a la meta, Jorge Manrique nos avisa:
Recuerde el alma dormida
avive el seso y despierte
contemplando
como se pasa la vida
como se viene la muerte
tan callando...
Aquí hay 2 palabras para pensar :La primera es ALMA. Llamamos alma a esa parte
inmaterial que todos tenemos y que nos da conciencia de todo lo que nos rodea,
también de uno mismo y de las relaciones de afecto. Las otra es MUERTE que,
significa dejar de vivir en este mundo; es entregar el alma a Dios; exhalar el espíritu;
partir de esta vida; descansar en la paz del Señor (así nos dice Mª Moliner).
Pensándolo bien, la muerte es una realidad que tenemos que afrontar
irremediablemente así que, debemos hacerlo sin angustias. Hoy en día se busca
el disfrute inmediato en todo y esto puede acercarnos a la irresponsabilidad,
olvidando muchas veces la dimensión moral, el sentido ético de las cosas.
Este sentido nos debe llevar a actuar buscando siempre la paz y la justicia en
todo lo que podamos, siendo generosos, ayudando a los que sufren y desterrando
la mentira que todo lo trastoca.
La muerte vista con realidad, nos acerca a Dios y,
hace crecer en nosotros la sensatez.
El día 2 de noviembre, la Iglesia Católica, celebra el día de Difuntos,
recordando con cariño a las personas que vivieron a nuestro lado y, marcharon
a la otra morada.
Pedimos que, purificadas, gocen de la presencia del Señor en el Reino
de los Cielos. Allí ya no habrá dolor, ni muerte, ni lágrimas, ni llanto... es la
Jerusalén Celestial (Jn, Ap21-4), es la meta de todo cristiano a la que, también
nosotros iremos por que "somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos
un Salvador: El Señor Jesucristo"...(Pb, Flps 3,20 )
Ya nos lo decía el poeta así:
Este mundo es el camino
para el otro que es morada sin pesar
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada sin errar.
y nos cuenta su oración:
A Aquel solo me encomiendo
Aquel solo invoco yo de verdad
que, en este mundo viviendo,
el mundo no conoció su deidad.
Ese Aquel del que habla Jorge Manrique es Jesucristo que nos enseñó ese
Padrenuestro necesario e imprescindible rezar en nuestra visita al cementerio
que estará lleno de flores como expresión de amor, ese día de Difuntos.
Y, remato los versos del principio:
...al tiempo que fenecemos;
así que, cuando morimos
descansamos (en la Paz del Señor)
Termino esta entrada con la hermosa letra de la canción del vasco
Juanjo Elezkano que dice así:
Si el Señor resucitó, que alegría tan inmensa
porque hay otro mundo, hay otra vida y otra felicidad
Yo también quiero resucitar
ser feliz, toda la eternidad
y vivir con los que tanto amé
una paz que no terminará.
Me gusta decir que es la canción de la Esperanza ¿verdad?
Deseo os guste.
imagen
de la
Patrona
de Cuba,
preside
un
mausoleo
en el
cementerio
de
La Habana




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