viernes, 3 de mayo de 2024

Salsa de tomate

    Antes de empezar con la propia receta, me gusta recordar pequeñas curiosidades del 
ingrediente principal: el tomate. Decir que vino de América y que fueron los españoles
los que lo introdujeron en Europa; que, en principio, era una planta ornamental pues en
realidad es muy bonita verla cuando está llenita de frutos y sus hojas son muy aromáticas
y por último su nombre viene del azteca "tomat"


Es esta una receta de cocina sencilla y como tal, fácil.
Necesitamos:
    1/2 kg de tomates muy maduros
    Un chorrito de aceite de oliva de 0,4
    Sal
    Azúcar
    Pimienta negra
    Tendremos en la cocina una olla, una cuchara de mango largo, una batidora y,
un molinillo o almirez para la pimienta y como siempre cuchillos y cucharas a disposición.
Comenzamos lavando los tomates y haciéndoles dos cortes en forma de X con un 
cuchillo de sierra (es bueno para eso el de mesa de carne) y los vamos poniendo
 en la olla a la que hemos echado una poca de agua que cubra el fondo, repito poca 
ya que los tomates van a soltar el jugo. 

    El fuego estará fuerte hasta
   que empiece a hervir y
   luego se baja.
   
   Estaremos pendientes
   para revolver
    cada 2 ó 3 minutos
   y pasados  los
   20 minutos,
   retirar
   y dejar enfriar. 


 A continuación batiremos pero hay dos formas de hacerlo:
    1ª.-los pelamos y luego los batimos 
        2ª.-los batimos sin pelar
    La diferencia estará acondicionada a lo que nos interese o guste pues, si los pelamos
será la salsa más concentrada mientras que si los batimos con las pieles, la salsa será
integral y tendrá efecto en el intestino del consumidor. De una u otra forma, una vez 
batido, vuelve al fuego y añadiremos un chorro de aceite, media cucharadita de sal
 (puede decirse según gusto de la casa) y 3 ó 4 granos de pimienta previamente machacados
 en el almirez (o puede que cuando la compréis  ya traiga incorporado en la tapa el molinillo)
y cocerá a fuego lento 10 minutos; pasado este tiempo, añadimos 2 cucharaditas de azúcar;
revolvemos y continuamos cociendo otros 10 minutos siempre a fuego lento. Y, ¡ya está!
¡Pruébalo! Sabrás si quedó bien sazonado.
    Al principio califiqué la receta de sencilla pero curiosamente, podemos enriquecerla así:
Picamos en trozos pequeños 1/2 cebolla, 1 diente de ajo y una zanahoria cocida, ponemos
una sartén al fuego con un poco de aceite y, cuando esté caliente echamos el picadillo  y 
dejamos freír hasta que la cebolla esté dorada; es momento de añadir carne cocida picada
o salchichas en rodajas y luego la salsa de tomate; le damos unas vueltas a todo  durante
5 minutos  para que se mezclen todos los sabores, luego tapamos y dejamos reposar otros
5 minutos. Tendremos una guarnición exquisita para un plato de arroz  o de pasta.
Sólo me queda decir: 
    ¡Buen provecho! Y, mi deseo de que os guste.
 













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